De excursión a La Coruña
De excursión a La Coruña

De excursión a La Coruña

Amanece el día 18, temprano hemos ido a buscar víveres para poder desayunar en la casa y para cuando tengamos que cenar. Tenemos que desplazarnos 10n que en Camariñas es festivo local.

Compramos en el Dia de Vimianzo, y con los deberes hechos volvemos para desayunar. Son las diez y media y empiezan a bajar a desayunar, espero tardar poco en salir dirección Coruña.

A las doce y cuarto salimos para A Coruña, donde llegamos a la una y cuarto del mediodía. Tras dejar el vehículo en el aparcamiento entramos en la imponente Plaza de María Pita, y para buscar avituallamiento, tiramos de teléfono, para que Miguel, amigo, gallego y de A Coruña, nos aconseje donde comer.

Haciéndole caso, bajamos dando un paseo, para luego encontrar en la Calle Galera, con el restaurante recomendado, Parrilla “Alcume”, restaurante de carnes a la brasa con un buen precio.

Torre de Hércules

Tras comer, caminamos hacia el Paseo Marítimo, al cual salimos a través de la Calle Sol, a la altura de la Playa del Orzán, que recibe el nombre de la Ensenada en la que se ubica. Desde la balaustrada del paseo, las vistas son espectaculares, observándose al fondo la Playa de Riazor, presidida por el estadio municipal que alberga los partidos de futbol del Deportivo de la Coruña.

Comenzamos el peregrinaje a través del Paseo Marítimo con la intención de llegar hasta la Torre de Hércules, monumento representativo por excelencia de la ciudad. Esta torre, de origen romano, y construida entre los siglos I a. C. y I d. C., es el único faro romano que ha cumplido su función desde su construcción hasta la actualidad. Alzándose majestuosa sobre la Atalaya en la que se encuentra ubicada, se deja fotografiar como modelo experimetado por los turistas que la visitan. Caminando, dejamos a la derecha el Museo del Domus (Casa del Hombre), para dirigirnos, a través de las entrañas de la ciudad al «Faro Romano», el cual se yergue imponente vigilando desde su puesto la ciudad.

Una vez hecha la visita a la torre, y realizadas las fotografías, descendemos por el camino de tierra paralelo al paseo marítimo hacia el Aquarium Finisterrae (Casa de los peces), donde Blanca, Carlos y Carmen tienen previsto realizar visita.

En sus salas, los acuarios contienen gran cantidad de peces, de todos los tipos. Pero la sala que más impresiona es la Sala Nautilus, que contiene en el acuario, entre otros varios tiburones (aunque lo localizamos dormido).

Durante la visita pudieron observar cómo alimentan a las focas, y es impresionante observar lo inteligentes que puede llegar a ser estos animales, como esperan su turno para comer, y como siguen las instrucciones de los educadores.

Juani y yo, nos hemos ido a buscar el coche al aparcamiento para iniciar la vuelta. Una vez con el coche en el aparcamiento del Aquarium solo queda reunirnos todos otra vez e iniciar el regreso. El cansancio hace mella en todos nosotros.

Alrededores del Faro de Hércules